martes, 2 de abril de 2013

DÍA MUNDIAL DEL AUTISMO

 
El Autismo no es una enfermedad, es un trastorno del desarrollo que se manifiesta en la infancia. Lo sufre aproximadamente 1 de cada 150 nacidos, afectando cuatro veces más a los hombres que a las mujeres.
Se caracteriza porque antes de los tres años, normalmente antes de los 18 meses, se presentan alteraciones o retrasos en al menos, una de las siguientes tres áreas: las relaciones sociales, la comunicación y la conducta.
Los niños autistas presentan dificultades en la comunicación y en la relación con los demás. La terapia musical es una técnica a la que los niños autistas responden muy satisfactoriamente, logrando una mejor relación interpersonal y social. Con la musicoterapia logran trabajar varios aspectos como por ejemplo: motricidad fina y gruesa, conciencia corporal, atención, comunicación no verbal, ciertos esquemas rígidos de conducta, el contacto físico, la ansiedad y la integración en un grupo de trabajo como canto o danza.


 
 
 
Mientras los niños autistas comienzan a mostrar intenciones comunicativas (verbales y no verbales), la música puede usarse para motivar la vocalización. Alvin (1975) sugiere que aprender a tocar instrumentos de viento es de alguna forma equivalente a aprender a vocalizar. También puede ayudar a utilizar los labios, la lengua, mandíbula y dientes. El uso de patrones melódicos y rítmicos fuertes durante las expresiones verbales también ha sido demostrado como beneficioso al mantener la atención y para la comprensión del lenguaje hablado (Thaut, 1984; Mahlberg, 1973).
 
 


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